¿Sabés cuál es la pregunta del millón que casi todos los clientes traen a su sesión?
La siguiente:
¿cual es mi misión o propósito en esta vida?
Si bien los clientes difieren mucho en edad, ocupación, intereses y género, las respuestas casi siempre son las mismas.
⭐ DISFRUTAR DE LA VIDA
⭐ SERVIR
Es importante el orden en que el subconsciente de los clientes los menciona, porque casi siempre la respuesta es:
«(Nombre de la persona) vino a este mundo a disfrutar y a ser feliz, segundo, vino a SERVIR»
La explicación que el subconsciente les da al respecto es: sólo una persona que es feliz y disfruta de su vida, tiene algo que ofrecer a los demás.
De otro modo estamos semi vacios y resentidos.
Estas respuestas nos dan una perspectiva diferente sobre nuestra forma de abordar nuestro día a día, en especial respecto a servir o ayudar.
La mayoria de nosotros piensa que hacer “sacrificios” es una parte ineludible de ser humanos, pero al hacerlo por otras personas, muchas veces nos estamos negando a nosotros mismos, y las consecuencias son duras e ineludibles.
Por ejemplo: dejar de hacer un hobbie que nos hace felices para complacer a una pareja, o dejar de hacer ejercicios para cuidar a los niños.
Hay veces que no hay alternativas, pero igual es válido plantearse el poder delegar tareas o pedir ayuda, para tener más tiempo para uno mismo.
Sería bueno reflexionar sobre las áreas de nuestras vidas donde nos abandonamos o traicionamos, y también preguntarnos:
¿Qué tanto disfrutamos nuestros día a día? La mayoria de nosotros proyecta su felicidad en el futuro: “cuando me vaya de vacaciones”, o “cuando termine la universidad”, pero ¿qué hay de nuestra vida diaria?
¿Disfrutas de las actividades mundanas como tomarte un cafe, o comer con tu familia? ¿Cual es tu actitud al despertarte a la mañana? ¿Agradecimiento o ansiedad?
Es hora de empezar a disfrutar de los pequeños (y grandes) placeres de la vida o hacer cambios para que la vida no se nos vaya cada día.
Y solo cuando estemos llenos y contentos, tendremos algo que compartir con los demás, y podremos ayudar a otros de forma directa o indirecta.
A veces, el sólo hecho de vivir nuestras vidas en plenitud, es una inspiración para los que nos rodean y nos quieren, demostrándoles con hechos lo que significa ser feliz, y de esa forma, habremos cumplido nuestra misión